En nuestra comunidad ahorita se encuentra demasiado miedo, angustia y perturbación. La solución es nuestra Fe en nuestra propia resurrección. Recuerden que somos ciudadanos del Cielo!
En nuestra comunidad ahora, se encuentra miedo de la muerte, de la epidemia, de la situación económica y el ambiente político. La solución es la Fe en la Resurrección de Jesús, y su propia resurrección que promete Jesús a sus fieles. Pero, hay demasiado miedo y desesperanza.
San Pablo dijo a los Tesalonicenses con respecto a la muerte,
Hermanos: No queremos que ignoren lo que pasa con los difuntos, para que no vivan tristes, como los que no tienen esperanza. Pues, si creemos que Jesús murió y resucitó, de igual manera debemos creer que, a los que murieron en Jesús, Dios los llevará con él.
San Pablo estaba preocupado que los Tesalonicenses, después de aceptar la Fe en Jesucristo, se habían aceptado ser cristianos de “etiqueta” o de “membresía por camiseta” pero no de su alma y corazón. Por lo tanto, a pesar de ser ahora “cristianos”, todavía tenían dificultad aceptando a la Resurrección. Por lo tanto, todavía faltaba la “Esperanza” en Cristo – y tenían miedo de la muerte. Faltaban esperanza para sus queridos difuntos. Así, hoy en día, encontramos a muchos “cristianos de camiseta” pero no de la Esperanza, no con fe en la Resurrección. Ser cristiano sin la Esperanza en la Resurrección no esta mal, sino que falta madurez en la Fe; la persona sigue viviendo con miedo de la muerte o cualquier mal. Antes los Tesalonicenses eran paganos. Los paganos no tenían esperanza. Ser cristiano de Esperanza requiere tener la fuerza de vivir no dominado por el miedo. Cristo nos dice con frecuencia,
No tengas miedo y No pierdes la paz
Y que creen que El es La Resurrección, y la prometió a nosotros.
El miedo humano es normal, pero cuando nos domina causa obstáculos a nuestra vida y a nuestra Fe, especialmente en la Fe de nuestra propia Resurrección. Y faltamos esperanza. Cristianos deben vivir en esperanza.
Pablo también nos dio instrucción con respecto a como va a ser nuestra Resurrección.
Lo que les decimos, como palabra del Señor, es esto: que nosotros, los que quedemos vivos para cuando venga el Señor, no tendremos ninguna ventaja sobre los que ya murieron.
Jesús va a volver al fin del tiempo. Eso es nuestra Fe.
Cuando Dios mande que suenen las trompetas, se oirá la voz de un arcángel y el Señor mismo bajará del cielo. Entonces, los que murieron en Cristo resucitarán primero; después nosotros, los que quedemos vivos, seremos arrebatados, juntamente con ellos entre nubes, por el aire, para ir al encuentro del Señor, y así estaremos siempre con él.
Consuélense, pues, unos a otros con estas palabras.
¿Si aceptamos a esta enseñanza vamos estar siempre preparados para aquel momento, no importa que somos ya enterrados o con vida mortal todavía. Hay que estar listos.
En el Evangelio, el problema de las vírgenes no preparadas en la parábola es que usaban la camiseta, pero no tomaran en serio su propia Resurrección. No se preparaban. No estaban listas. Tardaban cuando vino su Señor, y las puertas del Reino ya estaban cerradas. Ellas gritaban,
‘Señor, señor, ábrenos’.
Pero él les respondió: ‘Yo les aseguro que no las conozco’.
Luego, Jesús explicaba su lección de la parábola,
Estén pues, preparados, porque no saben ni el día ni la hora’’.