Decisiones e acciones morales tienen consecuencias. No todos experimentarán la Resurrección. En nuestro Credo decimos,
Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Si leemos y escuchamos cuidadosamente las Escrituras, algunos experimentarán la Resurrección, y muchos no lo van a experimentar.
Los saduceos negaron la resurrección y pusieron a prueba a Jesús con su argumento más famoso para mostrar cuán ridícula era el concepto de la resurrección, con el argumento de los siete hermanos que se casan con la misma mujer. Según el argumento presentado, cada marido muere sin hijos y luego la mujer muere. Entonces los saduceos le preguntaron a Jesús,
Ahora bien, cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será esposa la mujer, pues los siete estuvieron casados con ella?»
Jesús no sólo afirmo a ellos que si hay una resurrección, sino que nos dice algo mas sobre la Resurrección. Jesús respondió,
«En esta vida, hombres y mujeres se casan, pero en la vida futura, los que sean juzgados dignos de ella y de la resurrección de los muertos, no se casarán ni podrán ya morir, porque serán como los ángeles e hijos de Dios, pues él los habrá resucitado.”
Cuando Lázaro murió y estuvo cuatro días en el sepulcro, Jesús aseguró a su hermana, Marta,
“Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y todo aquel que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre….”
Habrá una Resurrección para los creyentes que hacen la voluntad de Dios, como Jesús dice, la Resurrección será para,
“… los que sean juzgados dignos de ella y de la resurrección de los muertos
Todos sabemos que la mayoría de la gente no lee la Biblia y nunca leerán la Biblia. Quizás la única Biblia que van a leer puede ser la forma en que observan a nosotros viviendo nuestras vidas. Muchos llegan a creer a causa de la fe de los demás.
Si crees en Jesús, en Dios, en el Padre y en el Espíritu Santo, o sea la Santa Trinidad, y si realmente crees en tu propia Resurrección, vivirás de otra manera que si no lo creyeras. Vivirás plenamente consciente de que puedes perder tu Resurrección. Su creencia y su esperanza en su propia Resurrección con Jesús cambiará su manera de vivir. Otros observarán cómo viven su vida. Muchos leerán el Evangelio en tu persona, porque serás como los siete hijos que murieron antes que renunciar a su Dios. Vivían con esperanza en Dios. En esa primera lectura, uno de los hijos dijo a sus asesinos antes su muerte:
«Asesino, tú nos arrancas la vida presente, pero el rey del universo nos resucitará a una vida eterna, puesto que morimos por fidelidad a sus leyes».
Antes de que el cuarto hijo muriera, también le dijo a sus asesinos su propia creencia,
«Vale la pena morir a manos de los hombres, cuando se tiene la firme esperanza de que Dios nos resucitará.
Es esta fe la que nos une en la Esperanza de nuestra Resurrección, en esta parroquia, en nuestra Iglesia. Ojalá que otros la verán en nosotros, para que también creen en la Resurrección.