De vez en cuando podemos observar claramente que la Biblia revela la mente de Dios, y que la Palabra de Dios es continua y consistente en toda la Biblia, en el antiguo testamento y en el nuevo testamento. La Biblia tiene varios profetas y autores, pero un solo Autor, la Palabra de Dios.
También, podemos ver que Jesús es la Palabra de Dios, y el amigo de Isaías, el profeta quien vivió unos 800 años antes. Por ser la Palabra de Dios, ahora Jesús puede usar el mismo cuento de la viña que contaba Isaías y extenderlo, agregando una lección más con respecto a la Viña del Señor. En ambos casos la viña es su pueblo, Israel. Escuchen otra vez a Isaías:
“Déjenme cantar, en nombre de mi amigo, la canción de mi amigo por su viña. Una viña tenía mi amigo en una loma fértil.”
“La cavó quitando las piedras y plantó cepas escogidas. En medio de ella construyó una torre y también cavó un lagar. El esperaba que produjera uvas, pero sólo le dio racimos amargos.”