Debemos hablar con más frecuencia sobre un tema central a nuestra fe, el Pecado Original. Por tanto tenemos que volver a revisar el tema del pecado y la muerte.
Primero voy a comenzar con una imagen que todos podemos entender, nuestras vidas con los teléfonos celulares. Dependemos casi todos de nuestros celulares, ahora no solo para hablar, sino también texting, o buscando información, o música.
Pero, todos estos aparatos necesitan recargar las pilas. Si no las recarguemos, entonces los teléfonos mueren. No tienen vida propia, y nos quedamos desconectados, aparte, o sea, muertos a la vida de comunicación celular. Todos reconocemos que es necesario recargar las baterías diariamente. Si no los enchufamos, terminaran muertas.