¿Qué es real? ¿Y que es ilusión? Escuchan otra vez, la biblia,
Todas las cosas, absolutamente todas, son vana ilusión. Hay quien se agota trabajando y pone en ello todo su talento, su ciencia y su habilidad, y tiene que dejárselo todo a otro que no lo trabajó. Esto es vana ilusión y gran desventura.
Con demasiada frecuencia observemos vana ilusión alrededor de nosotros, o en nuestras propias vidas.
Solo tenemos una sola vida. Cada persona debe pensar muy bien cómo van a vivir su vida. Nunca debemos hacer solo lo que importa a los demás. Escuchamos con frecuencia a personas quienes quieren ser aceptados por sus amigos. Eso es, con demasiada frecuencia lo más importante tanto a adultos y niños: ¿Como los juzgaran los demás? Que triste.
Y ten mucho cuidado de quienes son sus amigos.
Recién, un muchacho de la parroquia, uno de nuestros Boy Scouts me estaba entrevistando para obtener el premio “Ad Altare Dei”, un reconocimiento de los Boy Scouts para Scouts Católicos. Sus preguntas fueron relacionadas con ¿Por qué soy sacerdote?
¿Cuántas veces he recibido esta pregunta? Pero yo quede contemplando mi respuesta toda la semana. Me encontré pensando más de mi conversión a ser católico.
Yo no nací en una familia católica, y mi familia no practicábamos mucho nuestra fe protestante. Doy gracias a Dios, que, a los 17 anos, yo estaba contemplando la dirección de mi vida. Yo estaba cuestionando que es importante en la vida. No quería desperdiciar mi única vida con vanas ilusiones. Yo tenia un miedo de perder mi vida en cosas que no eran real. Yo comenzaba a cuestionar mi fe en Dios.
Por una seria de circunstancias, yo comenzaba a contemplar la Iglesia Católica, porque yo había conocido varios católicos quienes hicieron en intento a ser buenos católicos. Tome la decisión de entrar en cursos en una parroquia, como RICA, el Rito de Iniciación Católica para Adultos. Cada pregunta que yo tenía la Iglesia tenía una respuesta bien formada. Entre en la Iglesia Católica cuando cumplí 18 años.
Lo que encontré en la Iglesia era un destino eterno, una comunidad eterna, una ciudad en donde yo quería vivir mi vida. Cuando uno entra la Iglesia descubra toda una comunidad sacramental. Cuando Jesús proclamo el Reino de Dios en la tierra, eso era la Iglesia Católica. Jesús fundo la Iglesia sobre los Apostoless para vivir con nosotros eternamente. Ahora es muy claro para mí, que cuando Jesús murió y resucito, ¿A dónde fue? Fue a la Iglesia. Jesús vive en la Iglesia. Lo experimentamos a Jesús en los Sacramentos. Cada uno de los siete sacramentos de la Iglesia son Jesús vivo. Y cuando vivimos todos los sacramentos estamos con El, a salvo, como prometió Jesús,
El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.
Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.
Aprendí que, para vivir eternamente, solo nos queda tres cosas para hacer.
- No faltar la Santa Misa
- Comulgar cada vez que podemos
- Y Confesar con frecuencia.
O sea, vivimos con Jesús en la Iglesia.
Pueden imaginar que la Iglesia es una gran ciudad. Si escogemos vivir adentro, con Jesús, podemos vivir eternamente con El. Todos vamos a llegar al fin de la vida de nuestro cuerpo. Pero no vamos a morir si estamos viviendo dentro de la Iglesia, en esta gran ciudad, viviendo todos los sacramentos.
Recién he tenido conversaciones con personas quienes quieren bautizar a sus niños, pero no quieren ellos a casar en la Iglesia. Y no conocen a padrinos quienes no están casados en la Iglesia. ¡Que vana ilusión! Quieren un sacramento, el bautizo, pero no quieren la Iglesia o vivir con Jesús en su ciudad. Quieren vivir fuera de la ciudad de Dios. No quieren ellos a comulgar, pero quieren que sus niños esta bautizados. ¡Que absurdo!
Dicen que tienen miedo del matrimonio. ¿Miedo de que? ¿Miedo de Jesús? Pero escogen una vida absurda.
Esto es vana ilusión y gran desventura.
Uds. se acuerden que yo so viudo. Yo estaba casado unos 37 anos. Ahora, volviendo a la pregunta del Boy Scout, “¿Porque soy sacerdote?” Sera la misma razón cuando me case en la Iglesia. Cuando nos casamos, era la continuación de mi decisión de entrar en la Iglesia en el principio, de vivir dentro de la ciudad de Dios. Decidí vivir totalmente en la Iglesia, en el Reino de Dios, y no depender de mi solamente, sino en Dios. De allí en adelante decidí siempre vivir dentro de la Iglesia en todos los aspectos de mi vida. Mi conversión para ser católico no era solo para venir a Misa, sino vivir completamente dentro de la ciudad de Jesús. Yo era protestante, pero descubrí, que, sin los sacramentos, los protestantes existen fuera de la ciudad. Tenemos que hacer toda la mudanza completa para vivir adentro en el Reino de Dios. Todo el resto es vana ilusión.
Nota la vana ilusión del hombre en la parábola de Jesús en el evangelio, y como vivía sin pensar en Dios.
“Un hombre rico obtuvo una gran cosecha y se puso a pensar: ‘¿Qué haré, porque no tengo ya en dónde almacenar la cosecha? Ya sé lo que voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes para guardar ahí mi cosecha y todo lo que tengo. Entonces podré decirme: Ya tienes bienes acumulados para muchos años; descansa, come, bebe y date a la buena vida’. Pero Dios le dijo: ‘¡Insensato! Esta misma noche vas a morir. ¿Para quién serán todos tus bienes?’ Lo mismo le pasa al que amontona riquezas para sí mismo y no se hace rico de lo que vale ante Dios”. … Que vana ilusión!